el Arte de vivir

Cuando en mis años mozos tocaban a mi puerta, me alegraba: pensaba que al fin había llegado lo que esperaba. Pero con el tiempo, mi sensación ante el mismo hecho ha terminado por parecerse a un susto: temo que me den alguna mala noticia. En relación con la sociedad, los individuos sobresalientes y talentosos, que en realidad no encajan del todo en ella y por lo tanto están, dependiendo de cuáles sean sus méritos, más o menos solos, pueden experimentar dos sensaciones contrapuestas: en su juventud tienen la sensación de haber sido abandonados por la sociedad; y en sus años maduros, de haber escapado a ella. La primera sensación, desagradable, se debe a que no se conoce la sociedad; la segunda, agradable, a que se la conoce muy bien. Debido a ello, la segunda parte de la vida contiene, como la segunda parte de una pieza musical, menos ímpetu que la primera, pero a la vez más serenidad, lo cual se debe a que cuando se es joven se piensa que el mundo rebosa de felicidad y placeres, sólo que estos son difíciles de alcanzar, mientras que en la vejez se sabe que no hay nada que buscar en el mundo, se ha llegado a aceptar con tranquilidad este hecho, se disfruta de un presente llevadero e incluso se experimenta la alegría de las pequeñas cosas. 

-Arthur Shopenhauer , Aforismos sobre el arte de vivir

Denia

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