Un transeúnte emocionado
Desde el punto de vista del fotógrafo-creador, el viaje le permitirá romper las limitaciones espaciales del estudio, su taller se extenderá por el gran espacio del mundo a través del que se realizará su viaje interior. Lo externo para encontrar lo interno, lo sobredimensionado para encontrar lo mínimo. Todo ello para llegar a ser consciente de lo que “yo veo”, alcanzar la propia visión, una visión poética, personal […]
En la búsqueda de uno mismo siempre hay una fuerte implicación que eleva la carga emocional que puede distorsionar la realidad pero suele generar un discurso potente y particular. El fotógrafo viajero es un transeúnte emocionado que sabe que está de paso pero que desconoce durante cuánto tiempo o dónde se encuentra la meta.
-Concha Casajús, Transeúntes. (Exit 54, De vacaciones, 2014)