Un transeúnte emocionado

Desde el punto de vista del fotógrafo-creador, el viaje le permitirá romper las limitaciones espaciales del estudio, su taller se extenderá por el gran espacio del mundo a través del que se realizará su viaje interior. Lo externo para encontrar lo interno, lo sobredimensionado para encontrar lo mínimo. Todo ello para llegar a ser consciente de lo que “yo veo”, alcanzar la propia visión, una visión poética, personal […]

En la búsqueda de uno mismo siempre hay una fuerte implicación que eleva la carga emocional que puede distorsionar la realidad pero suele generar un discurso potente y particular. El fotógrafo viajero es un transeúnte emocionado que sabe que está de paso pero que desconoce durante cuánto tiempo o dónde se encuentra la meta.

-Concha Casajús, Transeúntes. (Exit 54, De vacaciones, 2014)

©Venecia, San Polo, 11 de noviembre de 2019

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