convicciones
Yo no tengo convicciones como lo entienden las personas de mi siglo, porque no tengo ambición.
En mí no hay base para una convicción.
En las personas decentes hay cierta cobardía o, más bien, cierta desidia.
Sólo los bandidos están convencidos (¿de qué?) de que tienen que triunfar. Por eso triunfan.
¿Por qué iba a triunfar yo, si ni siquiera tengo ganas de intentarlo?
Se pueden fundar imperios gloriosos basados en el crimen, y nobles religiones basadas en la mentira.
No obstante, tengo algunas convicciones, en un sentido más elevado, un sentido que no pueden comprender los hombres de mi época…
— Charles Baudelaire, Mi corazón al desnudo.